Cómo Desarrollar Positividad Corporal y Por Qué es Tan Importante
Cuando hacemos ejercicio, solemos enfocarnos en bajar de peso y vernos mejor. Y no hay nada malo con eso.
Sin embargo, hay victorias y cambios que experimentamos a nivel mental y emocional que no se ven reflejados en la báscula, y que pueden ser incluso más potentes que los cambios en la apariencia física.
Mantenernos activos y mover el cuerpo de formas que nos hagan sentir bien puede ayudar a cultivar la positividad corporal.
Hoy en día, este término se repite bastante, y no siempre es fácil entender su significado exacto.
Sigue leyendo para descubrir cuál es y de qué formas puedes crear una imagen corporal positiva que te ayude a vivir con más autoestima, energía y felicidad.
¿Qué es la positividad corporal?
“La positividad corporal implica desarrollar una imagen corporal positiva y sentirse bien con el propio cuerpo, más allá de la presión que generan los estándares de belleza tradicionales sobre la forma, el tamaño y la apariencia que deberíamos tener,” explica Lea Lis, doctora en medicina, psiquiatra de adultos y niños con doble certificación y profesora clínica adjunta en el Colegio de Medicina de Nueva York.
Cuando cuestionas la idea falsa de que hay un tipo de cuerpo “perfecto,” entiendes que todos los cuerpos son valiosos y merecen respeto.
De ese modo, comienzas a responder mejor a las necesidades específicas de propio tu cuerpo, a tratarlo mejor y a hablarle con más cariño.
“La positividad corporal puede ayudar a reformular nuestra relación con la comida, el ejercicio, la ropa y la salud, porque nos invita a sentirnos mejor con nuestra apariencia y a rechazar los estándares de belleza poco realistas,” explica Lis.
¿Por qué importa la positividad corporal?
Tener una imagen corporal positiva puede generar un gran impacto en nuestra vida, tanto a nivel mental como físico.
“La positividad corporal es tan importante como el autoestima. De hecho, es un componente fundamental para querernos y valorarnos,” comenta Lisa N. Folden, fisioterapeuta certificada, coach de estilo de vida especializada en mamás y embajadora de Health At Every Size (HAES).
“Internalizar ideas negativas sobre nuestro cuerpo impacta en cómo nos tratamos a nosotros y a las demás personas,” dice.
La positividad corporal también nos ayuda a desarrollar resiliencia ante la cultura de la dieta, “que nos bombardea constantemente con ideales de belleza y la gran cantidad de formas de alcanzarlos,” dice Emily Lauren Dick, activista de la imagen corporal y autora de Body Positive: A Guide to Loving Your Body (Positividad corporal: Una guía para amar a tu cuerpo).
“Se trata de aprender a cuestionar lo que vemos en los medios y en las redes, para preservar nuestra salud mental,” explica.
Siete formas de desarrollar la positividad corporal
1. Muévete como más te guste
La actividad física no solo nos ayuda a bajar de peso y estar en forma, sino también a sentirnos bien.
“Nos ayuda a prestarle atención al cuerpo y experimentar la vida desde el cuerpo, en lugar de poner el enfoque afuera y criticarlo según parámetros externos,” opina Brooke Nicole Smith, doctora y experta en confianza mental y corporal para mujeres emprendedoras.
“La actividad física también puede ayudarte a redefinir tus prioridades. Cuando te enamoras de algún tipo de actividad física, como caminar, hacer yoga, bailar, andar en kayak, jugar algún deporte de equipo o alguna otra, comienzas a valorar al cuerpo que te permite hacer lo que te gusta, más allá del tamaño o la apariencia que tenga,” agrega.
Si estás buscando un programa que te ayude a desarrollar tu positividad corporal, prueba LET’S GET UP! con Shaun T.
Incluye rutinas de 30 a 35 minutos que combinan movimientos de baile fáciles de seguir y entrenamiento de resistencia con peso corporal.
En cada rutina de LET’S GET UP! se celebran el autoestima, la positividad corporal, la fuerza interior y la alegría, lo que ayuda a generar una transformación física Y mental.
2. Observa tu cuerpo
“Hazlo con frecuencia e, idealmente, obsérvalo desnudo,” sugiere Folden. Mírate de pies a cabeza.
“Al normalizar lo que ves (en lugar de ignorarlo), comenzarás a notar que cada parte de tu cuerpo es bella y cumple una función,” explica.
3. Limpia tus redes sociales
“Hay muchas cuentas en las redes sociales que dicen promover la positividad corporal, pero que, en realidad, reproducen un mensaje que nos dice que nuestros cuerpos no son suficientemente buenos y que estaríamos mejor si los modificáramos,” sostiene Dick.
Deja de seguir cualquier cuenta que te haga sentir mal con respecto a tu cuerpo o que te haga creer que tienes que cambiarlo.
(Que no es lo mismo que querer hacer cambios en tu cuerpo por tus propios motivos).
Encuentra cuentas que te hagan sentir bien.
4. Pon en práctica el cuidado personal
“Sea lo que sea que signifique para ti, dedícale tiempo. El cuidado personal nos ayuda a tratarnos mejor,” dice Dick.
“No hay una forma incorrecta de practicar el cuidado personal, siempre que termines sintiendo que renovaste tu energía y te cuidaste,” agrega.
5. Apaga el diálogo interno negativo
Muchas veces, somos nuestro peor enemigo, y criticamos y juzgamos nuestro cuerpo constantemente. “Para ayudarte a reducir los pensamientos negativos, prueba usar afirmaciones positivas,” sugiere Folden.
“Repite afirmaciones positivas sobre tu cuerpo todos los días, hasta que se vuelvan parte de tu realidad,” agrega.
“También puedes hacer una lista de logros que no sean físicos y leerla cuando notes que te atacan los pensamientos negativos,” recomienda Dick.
“Funciona como un buen recordatorio de que tienes mucho más para ofrecer que solo tu apariencia física,” dice. “Eres una persona hermosa, sin importar lo que diga la sociedad. Pero también eres inteligente y amable, tienes determinación y trabajas por lo que quieres.”
Siéntete libre de trabajar con un terapeuta u otro profesional de la salud mental para recibir más ayuda con el diálogo interno positivo.
6. Renueva tu guardarropa
“Incluso si estás en proceso de bajar o subir de peso, o si te estás recuperando de una cirugía, es importante que encuentres y uses prendas que te queden bien y te favorezcan”, afirma Folden.
“Usar ropa que te queda incómoda y que no te gusta cómo se ve no ayuda en nada con el autoestima”.
7. Deja de comentar sobre la gordura
“El fat talk son todos esos comentarios que se han normalizado en las conversaciones entre amigos y familiares, y contribuyen con la reproducción de los ideales de belleza,” explica Dick. “Refuerzan la idea de que la gordura es algo que deberíamos temer y odiar.”
En lugar de decir cosas como “Estoy muy gorda” o “Ella es mucho más bonita que yo,” identifica lo que realmente sientes.
Por ejemplo: “Me siento muy presionada a verme de cierta forma, y eso me genera vergüenza y tristeza,” propone Dick.